miércoles, 10 de septiembre de 2008

numen eléctrico

todas las mañanas despierto con una sensación:

los ojos cerrados

los dientes apretados

la nariz

expectante.


todas las mañanas

hay un cable de tensión en mi cuerpo

220 voltios de cielo.


y exploro en mis párpados tratando de hallar

un pensamiento tan azul

de exhalar

el polen que de noche trago de quién sabe qué sueño de

primavera terrible

porque la voz se me nubla

y estampas estampida LA TRAMPA

de mi ser se abre:

surgen grillos en mi noche

haciendo de mi vigilia una alucinación.


y camino

hacia el baño donde mojo mis trajes y cambio de Soledad

cada mañana

soles licuados en una taza de

porcelana china.


el cemento el asfalto el cielo sin cielo en mis manos

gente que se disfraza por las calles

animales metálicos

un tiempo frenético en cada cuerpo arropado

cuerpos eléctricos que funden oro sobre los ojos.


¡cemento! ¡semen! siglos que se escurren golpeándose unos a otros

relojes que marcan cada segundo doce campanadas

y la piel se abre y se cierra

los ojos se abren y se cierran y arden

los cuerpos

se chocan se incineran se evaden.


y camino

edificios y ciudades autos y colectivos

yo o todos

yo o signos

yo o el mundo

yo o vos

hasta desembocar nuevamente

en mi numen

en mi pecera eólica para nadar en pensamientos

220 voltios de cielo

cada noche

en mi cama.

2 comentarios:

Bestia buena dijo...

¡Sí! Este me gusta. ¿Y si sueña con agua? ¿Y si sueña con aceite hirviendo y despierta húmeda? Gracias por el onírico escrito.

Suya Afectísima, N.

Atenea Kamet dijo...

Me gustó mucho este texto! Espero otros, para deleitarme con tu poesía.
Saludos.